lunes, 25 de febrero de 2008

La Tona emigrante


Con un calamar gigante como este me saldria un bocata de tres pares de...



Como si de una pinicula de las del tiempo de la caspa se tratase, me veo como Pepe Isbert con boina, maleta y unas ganas de atracarme de productos nacionales que me da hasta miedo.

Yo de nacionalista no tengo nada. Fijese querido publico que los nacionalismos a La Tonadillera la traen sin cuidados. Madrileños, catalanes, vascos andaluces o de donde quiera que sean a mi la gente me parece toda igual. Esto de hacer el papel de emigrante da ciertas perspectivas a lo del nacionalismo que una no tenia antes de salir de la pininsula del iberico.

Date! con el iberico hemos topado! Despues de todos estos (14) años en el pais del moquillo congelao he de reconocer que he cambiado de costumbres pero hay una cosa que no hay manera de que cambie, ni falta que hace, esta es la comida. por mucho que viva yo en el extrangero internacional cargadita de galardones foraneos a mi el gusto por la comida española no me lo saca ni bajo tortura en Guantanamo.

El freeke me conoce bien y sabe que en mis pesadillas hay un bocata de calamares que persigo eternamente y que tengo delante de los belfos, pero ay de mi! sin poder catarlo. Mis visitas a España llevan una clara mision. Lo primero que hace La Tona al poner el pie en España es calzarse un bocata de calamares entre pecho y espalda.

Hay que ansia!

1 comentario:

Colette dijo...

Tona guapa, te estoy preparando el bocata de calamares pero es que se me va a enfriar, ¿cuándo llegas?